Acaba de empezar
Llamaron a todos a la mesa, los platos ya estaban ahí, ya estaba todo listo, como siempre y de injusta manera, las mujeres de la casa habían arreglado todo.
Se sentaron, pusieron las servilletas abajo de la mesa y empezó la incomodidad.
Los ridículos temas de conversación, los malos chistes, el constante machismo.
Ideales de gente de antaño, ¿hablan de mejor educación? Vaya, no deberían ni decirlo...
A la vez que tenía que callar para escuchar al viejo, se asustaba de la llegada de la pregunta;
¿Como te ha ido en la escuela?
¿Dónde está la polola?
Tenía bastante claro que sería alguna de esas u otra, pero ya se estaba cansando de mantener el brazo izquierdo arriba de la mesa, quería disfrutar de la comida, pero el momento era tan horrible, pobre comida.
Nuevos proyectos familiares, falsas risas, pero él si lo disfruta, de alguna extraña manera, sonreía ante los intentos del cuñado para agradarle.
No podía tragar ni un poco más, pedí permiso y directo al baño.
Un poco de agua en la cara, pero ya había terminado en segundos, ahora había que decidir el tiempo exacto para estar en el baño, o bueno, pegarse un tiro.
No era presionar, no era incomodar, no era romper la burbuja, no.
Era todo eso y además arruinar una deliciosa comida.
Parecían casi obligadas a hacerles caso, y me trataban como si ellas fueran de mi propiedad, no quería eso, yo no soy dueño de nada o nadie, pero así parecía.
Yo quería ir al columpio del patio, ponerme unos audífonos y dormir un rato.
Quería una mesa desocupada para escribir y tomar de referencias otros libros y artículos.
Pintar y ver todo en gran escala.
Pero no, estaba ocupada con una desabrida comida, con sillas llenas de hombres de buen gusto en vinos y
grandes hombres de familia.
Pero el egoísmo
Me estaba cegando de alguna manera?
Me estoy quejando porque nada puede ser como yo quiero?
No hay nada más que yo pueda decir sobre eso, no suelo mirar mi propio pensamiento.
Recordé una situación parecida
Fin de año, a celebrar con tus compañeros estudiantes...
Obviamente como buenos ABC1 que somos, unas cabañas en Pucón, se armaron los grupos rápidamente, algunos fueron a explorar todo, algunos se quedaron en la cabaña conversando.
Fui directo a la piscina con los demás, por estar ahí simplemente.
Un buen recuerdo que tengo de eso es que recordaba que todos los imbéciles de ahí solían mirarle el culo o tetas, a las demás, faltando el respeto.
Por alguna razón ni hablaron de eso, ni ojos movieron.
Pasó el rato, sólo dábamos vuelta, había llegado un viejo amigo, dábamos vuelta en el columpio giratorio.
Y ya se iba haciendo de noche, todos se iban poniendo sus camisas y corbatas, las demás sus vestidos, como buenas "señoritas" y nosotros como buenos "machos"
Había que hacerlo, sonreír ante la cámara y sujetar el hombro de una antigua figura que se sentó al lado tuyo.
Pasó y ya, todos entraron, empezó la cena de nuevo.
Pero podía tener a los que quiero a mi lado, riéndonos de cosas simples, jugando con la mala comida, haciendo figuras con la fruta.
Al fin todo acaba y las mesas empezaron a separarse, la música empezó a retumbar, ya estaban bailando.
Fuí al baño otra vez, agua a la cara y salí, raramente, no me seguía nadie ni nadie me había visto.
Caminé un poco más, me dí cuenta de que estaba lloviendo muy fuerte, me tiré al pasto mojado, mis pantalones se mojan, la chaqueta queda con las pocas gotas.
Y me siguen cayendo a la cara, estaba oscuro ya, no tenía ni mis audífonos, así que empezé a imaginar la música en mi cabeza.
Me estaba calmando un poco, no quería volver a dar un paso en esa sala, llena de gente bailando, con mal olor, con mucho calor, con luces que dañaban.
Ahí estaban otra vez, me habían venido a buscar, me pararon y volvimos a la cabaña, no nos agrada estar aquí.
Veía a mí mejor amigo con su preciada chica.
Los otros chicos disfrutando en la consola.
No teníamos nada más que hacer que apagar las luces, prender la tv y buscar una buena comida, y comer la comida que habíamos robado de la cena.
Pasó el tiempo, de las 10pm a las 4:30am
Los ojos nos dolían, los otros habían venido a molestar y casi apoderándose de nuestra cabaña, decidí abrir la puerta y dormir.
Despertar e irme, y así fue, como terminaba una desastrosa aventura? Volvía a tener los audífonos en mis oídos, vivía otra vez en las guitarras y los bajos, los tonos agudos y graves.
Y lo había entendido ya, nunca voy a estar satisfecho, es como si ya hubiera probado todos los sabores de helado, ya lo sentía vacío, nada para seguir, agarré todas las pastillas que pude, agarré un encendedor, el último cigarro de la cajetilla y otra vez cambió la fecha, era 1 año más tarde, aún más inconforme, sin soportarlo más volví a dormir por mucho tiempo, y desperté en una falsa paz.
Mitad de año y ya no había escuela, sólo 5 exámenes, poco estudio, no más compartir 8 horas con 30-40 personas más.
Había terminado volver a todas esas cenas, ahora estaba en mi casa, tenía mi Ukelele, todo el tiempo del mundo, mis hobbys, mi todo se me había vuelto a entregar.
Y había mejorado, mi mente ya no fantaseaba con mi muerte a diario, con la de los demás, ya no deseaba los amigos de otros, los objetos ni su talento.
Era yo mismo, mi propio lamento, mi propio fracaso, era yo y para siempre yo.
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